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jueves, 9 de noviembre de 2017

(Review) Calentador de manos de carbón


Tras unos días de inactividad, vuelvo para hablar de un chisme tras el que llevaba un tiempo y que al final compré hace unos días. Se trata de un calienta manos (o calentador de manos) portátil, un gadget muy útil para aquellos a los que las manos se nos suelen quedar frías.

Como decía, hace bastante que lo tenía en el punto de mira y he terminado por comprarlo aprovechando que parece que el frío ha llegado, por fin, para quedarse durante una temporada. Pero vamos al tema.

¿QUE TIPOS DE CALENTADORES DE MANOS HAY?

Pues es muy sencillo: está diseñado para calentarse las manos, así de fácil. Existen varios tipos, a saber:

  • De gel: son los mas extendidos ya que los podemos encontrar en multitud de tiendas. Son una especie de fundas de plástico (de diferentes formas) en cuyo interior hay un gel y un pequeño circulo métalico que, al apretarlo, inicia una especie de reacción química que solidifica el ,gel aportando calor durante y un rato después del proceso. Aunque suelen ser muy baratos, la pega es que duran apenas un rato, y lo peor de todo es que para volver a usarlo, hay que hervirlo hasta que el gel vuelva a su estado líquido.
  • De gasolina: tienen la forma del conocido mechero Zippo (incluso esta marca los fabrica), y su funcionamiento es similar al de una estufa catalítica, pero a menor escala. Los hay muy baratos y los hay caros (los de la citada marca), y funcionan como un mechero, es decir, utilizando gasolina especial para encendedores. Sobre este tipo haré un review mas adelante.
  • De carbón: que es del que voy a hablar en este post, así que no adelante nada, excepto que son baratos y bastante eficaces a la par que seguros.
  • De batería: son los mas modernos, funcionan recargándolos como si fuese una batería externa y aunque tienen bastante autonomía, son bastante caros y a la larga imagino que la batería que los hace funcionar irá perdiendo potencia de carga.
¿QUE USOS PUEDO DARLE A UN CALIENTA MANOS?

Existen multitud de escenarios en los que nos puede venir muy bien. Por poner varios ejemplos:

  • Para, si eres cazador o pescador, mantener las manos calientes en las largas esperas.
  • A la hora de hacer senderismo durante la estación fría.
  • En trabajos en los que se pase frío.
  • O simplemente para llevar las manos calientes de camino al trabajo.
Una vez explicado todo esto, vamos con el modelo de carbón que da nombre al artículo.


El calienta manos tiene unas medidas de 12 cm. de largo, 7 cm de ancho y 2,5 cm. de grosor, un tamaño bastante discreto que permite llevarlo encima sin apenas ocupar espacio. Por fuera está "tapizado" de terciopelo, lo cual le proporciona un tacto muy agradable. 

Al abrirlo, queda expuesta la zona donde se colocan las barritas de carbón. Es una especie de almohadilla blanca, de un material parecido a la tela, pero que curiosamente no se quema al contacto con el carbón una vez se ha encendido. La barrita descansa en un surco para evitar que se mueva cuando se cierra la caja.

Una vez cerrado, se mete en una funda donde encaja a la perfección, y cuya finalidad es que el calienta manos no se abra por accidente y el ascua pueda quemar algo.


Las barritas de carbón se compran en paquetes de 12 unidades, y tienen una medida de 8 cm. de largo, 1,5 cm. de ancho y algo menos de 1 cm. de grosor.

El proceso para poner en marcha el calienta manos no puede ser mas sencillo. Se coge una barrita, se le acerca un mechero y en cuanto vemos un poco de ascua, soplamos hasta que esté bien prendida, entonces la metemos en la caja, colocándola en la almohadilla, la cerramos y la metemos en su bolsa.

Ahora que hemos visto la parte teórica, vamos con la parte práctica y los datos interesantes. En la mayoría de las descripciones que se pueden ver en Internet, los vendedores afirman que se pueden conseguir aproximadamente 8 horas de calor con una barrita de carbón, pero la realidad está bastante alejada de esa cifra. En las pruebas que he hecho, ninguna ha sobrepasado las 4 horas, lo cual no quiere decir que no sea un buen tiempo, pero que no se parece a lo que nos quieren vender.

El calienta manos produce un calor muy agradable, no llegando a quemar en ningún momento y  alcanzando su punto máximo de calor a las 2 horas de haberlo encendido, aproximadamente. La caja tiene dos pequeños orificios en los laterales para que el interior no se quede sin oxígeno, y no hay problema en que dichos orificios queden tapados al poner su funda, ya que la barrita no llega a apagarse.

Es curioso cuando, una vez consumida la barrita y estando totalmente frío el calienta manos, al abrirlo podemos ver como la barra se ha convertido en ceniza, y que con tan solo girar hacia abajo la caja, ésta se desprende sin dejar apenas mancha. Basta con darle un soplido para quitar los restos y quedará lista para el siguiente uso.

Si tuviera que ponerle alguna pega a este sistema sería el ligero olor que genera durante el quemado del carbón, pero también es cierto que si tenemos el calienta manos metido en su funda de tela, el olor es prácticamente imperceptible.

Si te interesa conseguir uno de estos calentadores de manos, puedes preguntar en tiendas especializadas en temas de montaña, o de caza, donde suelen tenerlos. Si no, siempre te quedará pedirlo por Internet, por ejemplo en Amazón, donde tienen este pack a muy buen precio. Lo que me ha parecido curioso es la diferencia de precios, sobre todo en las barritas, ya que en la mayoría de los sitios están por encima de los 4,5 euros la caja de 12 unidades, y yo las he conseguido en tienda física por menos de la mitad.

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